viernes, 27 de febrero de 2009

Típicas las enchiladas, y hasta eso…



Típico: peculiaridad o característica representativa de un tipo, modelo, época, país, movimiento, cultura, especie, genero… etc., etc., etc. del que se reproduce sus características.

Para un mejor entendimiento de lo anterior es estrictamente necesario un estudio de las características del objeto observado, cuando ocurre un fenómeno poco, o bastante común en el que dicho objeto presenta en varios de sus miembros características ambiguas, difusas, o totalmente contradictorias a las ya asumidas, esta peculiaridad deja de ser típica del universo (del todo) y pasa a formar parte un conglomerado mucho menos numeroso (subconjunto, minoría), pues bien, cuando un ente pensante (extraordinaria característica y o peculiaridad en este caso típica del ser humano), realiza de manera no automática, sino concienzuda, en base a un elaborado proceso de recolección de datos, por supuesto sometidos a un riguroso y escrupuloso análisis de muchos factores, situaciones, estados , etc. surgen las originales y bien adquiridas experiencias, que asumidas como tal y utilizadas de manera correcta logran en el individuo un equilibrio armónico pocas veces experimentado, sin duda (afortunadamente, por la ambicionada búsqueda del mismo) el constante movimiento, cambio de escenarios y factores hacen altamente poco probable este estado, bien; esta peculiaridad de usar lo recursos grisáceos a un nivel arriba de lo que en la actualidad se considera “normal” y que en mi particular punto de vista llamo “evolucionar”, es algo típico de una minoría amenazada por una desavenencia de valores y discrepancia de objetivos criticadas pero, ejemplificadas por una mayoría que las padece, particularidades mucho muy arraigadas y que constante e inconscientemente difunden de manera mediática, peculiaridades de las cuales ellos mismos reconocen como intimidantes.

En el derriere social (jaja) creado y constituido por una mayoría que dicta, regula, establece normas de comportamiento, escalas de valores, rangos de virtudes y defectos bajo argumentos bastante cuestionables, el enfrentamiento es al parecer in redituable, sobre todo cuando las autoridades de dichas normas las tienes a contados pasos, amigos, familiares, medios, trabajo, escuela puff... y mas severo todavía cuando la autoridad es asumida por la pereza en el ejercicio del pensamiento que solo acepta y concluye pactando con lo establecido.

Es así que no acepto que el comportamiento de un solo individuo, sea característica concluyente para tipificar al género, que características propias del ser humano, como: sensibilidad, valor, intelecto, miedo, ambición, crueldad, aprendizaje, enojo, empatìa, determinación, compasión, dignidad, amor; Adquieran estimación prodigiosa o discriminatoria dependiendo el enfoque del género, (para obtener comodidad y beneficio), que características bastantes indeseables sean inherentes solo al hombre o a la mujer descartando su naturaleza humana.

Como hombre, me es absoluto ofensivo mencionen como típico de todos los hombres que tener una aventura es sinónimo de “pensar solo con la verga”

Y que una mujer que tuvo un “desliz” sea disculpada (disculpada por ejercer plena, justa, y con total libertad su sexualidad) con la majadera excusa de decir que se sintió sola, antes de aceptar que pensó con el “chocho”

Ninguno de los casos anteriores es verídico en su totalidad, pero calificar a todo acto de comportamiento humano bajo normas ya establecidas es la mayor estupidez de la gente típica.

Como estos ejemplos hay miles, creo que deberíamos dejar de hacernos tarugos y asumir culpas y excusas, indultos y castigos, cualidades y defectos, obligaciones y derechos ósea...; REALIDADES.

Conozco un amigo que degusta no las enchiladas, sino los chilaquiles en taco, jajaja y no es un típico caso de subnormalidad.


2 comentarios:

Nayid dijo...

Woooow...

Xairo K. dijo...

Jaja, tipificamos -en el argot 'comunal' encorrientamos a la gente- atribuyendole la totalidad de las virtudes y defectos de una persona en una acción o actitud por la simple y llana razón de que nos da pereza pensar más de dos segundos y superar esos topes y baches que significan los prejuicios, man.

"Nos cuesta mucho pensar menos por inercia para darnos cuenta... [inserte su prejuicio predilecto aquí]" -Joe Mero-

Heh, y se que sobra decirlo, pero qué carambas, ya haces lo que yo, reaccionar con un "Hijo de tu Rech*ngada y Arrabalera Madre!!!" a un "No seas tonto", JA!

P.D. Y aguas, por que ya anda rondando una de mis lectoras -la única- predilectas, so, watch out, jaja.

Saludos, Master Bruce.