domingo, 25 de julio de 2010

En sesión


El menú de esta noche, sugiere enfado, tribulación y vacuidad, exclusivas especialidades de delicado sazón para consumidores refinados por ende; circunscriptos, y que su servidor degusta con cierta regularidad (de un tiempo para acá), ni siquiera debo requerir la carta, el gentil mesero de le Restorant reconoce mi persona y la atiende con solemnidad y brillante generosidad; - ¿Un Chateaux, un petillant, para comenzar distinguido caballero? Los entremeses de reflexión, el aderezo de la mordacidad o la ensalada de desquiciante humor a veces no logran el cometido de amalgamar los elementos con agrado, gusto y exquisitez, demasiada textura o cocimiento, el paladar degusta como si se tratara de cartón, ¿el vino? Un clarete noble, un plonk.

Buena mañana la de hoy, sin embargo un momento de arrebato le otorga turbiedad al esquema, le modifica a extraños momentos de ofuscación y negatividad, es cuando me reconozco; solo, frío, entumecido, las expectativas se traslucen rodeando el circuito cual neblina, tropiezo con árboles y cotas, encrucijadas donde en instantes resplandecía un bonito valle, luego pienso; - ¿no son demasiados mis cabildeos?, ¿he abusado de la sensibilidad de análisis por sobre la intuición?, ¿ahora que? heme aquí de nuevo intentando discernir, regresando a mi terapia de escribir, reproduciendo la pesadez de la jornada que no se acerca por mucho a lo que antes me comprometía, no me deja exhausto, no obstante debo sacarla, ignorarla seria generar, asimilar basura, mugre y ratas ja.


Hoy nada es irreversible, lo de hoy fue una buena sesión de diván.


Buena Noches

domingo, 11 de julio de 2010

hmm...





Las ocasiones que pueden verse los momentos del ser humano coexistir genuinamente, y son 90 min.


Cuando has sido afortunado de pasar los momentos de tu niñez conducido por la inquietud y la fascinación que brinda un balón de futbol, las experiencias afianzan una relación que define una pasión humana.


Los rigurosos cuestionamientos de la autoridad familiar gracias a los impulsos incontrolados de desear convivir en todo momento con una esfera de piel sintética al paso del tiempo los recuerdas con cariño. Sales a la calle con ella, comes junto a ella, duermes a lado de ella, cuando despiertas, la primera acción es contactar tu pie con su superficie golpeando la pared, justos regaños, pero eres niño, no entiendes de acotaciones, tu pequeño criterio le ordena a tu cuerpo desbordar las cantidad de energía que se almacena mientras sueñas, el único limite reconocido lo marca la línea de banda, de meta, de gol, o tu imaginación, y esta resulta infinita, las medidas disciplinarias resultan infructuosas, alimentan mas el sentimiento (aun no sabes que es eso), el día anterior fuiste determinante, anotas el gol que festejas con tus amigos y es inaudito que Mamà grite por las sabanas con tierra, hoy convertirás dos mas.


Domingo por la mañana, 7 años, mi primer juego en cancha oficial, pero después de la misa, después de ayudarle a Papà, mediodía, ya es tarde, odio a mi padre por no dejarme marchar, por hacerme trabajar, no llegare a tiempo.

Hoy fue un desastre, por primera vez sentí inferioridad ante el rival, no entiendo que hice mal, no alcanzaron mis esfuerzos, simplemente hoy nada funciono, los demás me miran con expresión de confusión e incredulidad, siento mucha impotencia y dolor, la tarde es triste y ni siquiera un momento de TV resulta grato.

La semana transcurre bajo el mismo esquema, sin embargo, el fin me reserva un momento sublime; desde el primer minuto todos verán que soy incansable, que tengo voluntad, que nada me detendrá en mi afán de marcar en toda la cancha, de vencer a cualquiera que ose intentar arrebatarme la esfera, seré mas fuerte e inteligente, mas responsable y noble, mas decidido y contundente, no quiero irme de bruces ante la derrota, quiero sentir la alegría que me brinda el oficio de ganar, ¡por que quiero ganar!.


Así, sin darte cuenta tu sustancia se desplaza buscando una identidad, le pertenece a algo, cada aspecto que ronda ese algo se torna en un valioso hallazgo.


Hoy se termina el gozo que significa un mundial, y con el la fiesta, a esperar el siguiente para festejar y vibrar con un ritual que como cuando niño, llega hasta el alma.


P.D. La Naranja Mecánica, no ostenta la estética futbolística admirada de otros tiempos, esa que sugiere una deuda de un titulo mundial, España es quien esgrime la herencia holandesa, un argumento suficiente para reclamar el trofeo FIFA, la decisión la tiene Sneijder y Holanda, mi favorita.