mmm..

Mucho sueño, y a la vez reticente al descanso, una sensación extraña flotando en mente y pecho, cuatro tasas de café testifican una quietud sin identificar, tranquilidad de peculiar expectativa, una paz interna sin recuerdo en la memoria, repuestas libres de persecución saltando vigorosas llamando mi atención, ¿será que se ha completado un momento en el tiempo? Mis sentidos relajados están. Música y cafè; finos acompañantes en estas horas de la noche, y responsables agradables de suavizar mis distintas tensiones, pudiera estar así quizás la madrugada entera, disfrutando la delicia que acaricia mis oídos mientras la mente disipa infructuosas cavilaciones y el corazón se acomoda en un gigantesco y aterciopelado receso, bello obsequio sucedido sin proponérmelo, un ultimo sorbo por que creo que ya..., si, ya me vence el sueño